LA MAESTRA HILDEGARD VON BINGEN

 

Mujeres en la Orden del Temple:  Hildegard  Von Bingen 

 

Mística, médica, compositora, escritora, filósofa, naturista, profetisa, una mujer extraordinaria y dama del temple. Nace en un valle a las orillas del Rin, y muere a los 81 años, una edad muy particular considerando que el promedio de vida en la edad media era de 50 años.  En las siguientes líneas les contaré sobre la vida y visiones de nuestra hermana mayor Hildegard Von Bingen.(1098-1179) 

La Papisa, el segundo arcano mayor del tarot es una buena representación de la mitad de la vida de Hildegard.  Como podemos observar en la figura 1, el arquetipo de esta carta muestra una mujer madura, culta, sabia, prudente e iluminada, pero enclaustrada aislada es lo que el velo sugiere, pero además está incubando un huevo, la potencialidad.  A la mitad de su vida a los 41 años ese huevo se abre al mundo pues tiene una visión tan conmovedora y profunda para ella que le cambia la vida, de ahí en adelante no para de escribir sus visiones las que difunde en varios libros convirtiéndola en uno de los personajes mas influyentes de su época. 

 


Hildegarda provenía de una familia alemana acomodada, quienes a los 8 años de edad la ofrecen como regalo a Dios internándola en el monasterio de Disibodengerg, allí fue asignada como discípula de Jutta, una monja también de linaje noble, ella se convirtió para Hildegard en una madre que con amor le enseño sobre medicina, herbolaria, latín y rezos.  Con el tiempo Jutta se convierte en abadesa de la pequeña comunidad de monjas, hasta que Hildegard cumple los 38 años, Jutta fallece y las hermanas monjas deciden elegir a Hildegard como nueva abadesa. 

A sus 41 años de edad mientras paseaba por los jardines, ocurre algo extraordinario Hildegard es tocada por una visión, contempla un gran resplandor y de ese resplandor una voz quien le habla y le dice Oh frágil ser humano, ceniza de cenizas y podredumbre de podredumbre: habla y escribe lo que ves y escuchas 

Dentro de ella crecía la necesidad de gritar todo lo que había visto, pero ¿cómo la voz de una mujer podría ser escuchada?, ¿quién la escucharía? ¿quién le creería?, ¿cómo sus palabras podrían ser útiles Se negó por mucho tiempo a hablar, pero como negarse hablar reconoció el fuego tormentoso de la palabra de los profetas cuando la palabra de Dios quema en el corazón y duele en los huesos.  Consulto a sus directores espirituales, puesto que hay costumbres que respetar y obedecer, muchos dijeron que no era su lugar el hablar que su rol era atender las necesidades de su comunidad y rezar fielmente, pero en silencio. 

Esta vez, recurrió por consejo a uno de los hombres más prominentes y con mayor reputación espiritual de su tiempo: Bernardo de Claraval, a quien dirigió una sentida carta pidiéndole consejo sobre la naturaleza de sus visiones y la pertinencia de hacerlas de conocimiento general. En dicha misiva, enviada hacia 1146, confesaba al ilustre monje cisterciense que lo había visto en una visión «como un hombre que veía directo al sol audaz y sin miedo», y, al mismo tiempo que se atribuía a sí misma «debilidad», solicitaba su consejo: 

Padre, estoy profundamente perturbada por una visión que se me ha aparecido por medio de una revelación divina y que no he visto con mis ojos carnales, sino solamente en mi espíritu. Desdichada, y aún más desdichada en mi condición mujeril, desde mi infancia he visto grandes maravillas que mi lengua no puede expresar, pero que el Espíritu de Dios me ha enseñado que debo creer 

Por medio de esta visión, que tocó mi corazón y mi alma como una llama quemante, me fueron mostradas cosas profundísimas. Sin embargo, no recibí estas enseñanzas en alemán, en el cual nunca he tenido instrucción. Sé leer en el nivel más elemental, pero no comprenderlo plenamente. Por favor, dame tu opinión sobre estas cosas, porque soy ignorante y sin experiencia en las cosas materiales y solamente se me ha instruido interiormente en mí espíritu. De ahí mi habla vacilante 

La respuesta de Bernardo no fue ni muy extensa ni tan elocuente como la carta enviada por Hildegarda, pero en ella le invitaba a «reconocer este don como una gracia y a responder a él ansiosamente con humildad y devoción»  

El Scivias fue el primer libor escrito por Hildegarda describiendo la revelación que tuvo a sus 41 años, le tomo 10 años en terminarlo con la ayuda del monje Volmar y su discípula favorita Ricladis.  Siendo que Hildegard nunca fue instruida en la escritura de latín ellos se encargaban de corregir sus escritos. 

Scivias en latín la abreviatura de “conociendo los caminos”  

Al contrario de sus miedos iniciales ella fue escuchada, gente la visitaba de tierras cercanas y lejanas, recibió y envió muchas cartas algunos de los líderes políticos y espirituales de su época como el Emperador de Barbosa, el santo papa escucho de ella y envió una comisión para investigarla, la encontraron competente y autentica.  El mismo papa la encomendó y la impulso a escribir.  Ayudó en la decisión el abad de Claraval quien intervino ante el papa a favor de Hildegard. 

Para ese momento el monasterio que compartían con los monjes les quedo pequeño, el abad Kuno fue implacable en su decisión de no dejar que las monjas se muden a su propio monasterio, las reuniones sin fin, los argumentos y contra argumentos y la frustración de no ser escuchada afectaron la salud de Hildegard, al final solo empacaron sus cosas y se fueron sin esperar el permiso de los hombres.  Empezaron a construir el monasterio de Rupertbert a un lado del Rin, ella misma superviso la construcción asegurándose de que sea agradable, espacioso y que brindara ciertas comodidades como agua por cañería pues ella creía, a diferencia de muchos clérigos de su época que Dios no encuentra satisfacción en la tortura del cuerpo especialmente cuando es autoinfligido”  Recordemos el silicio ese cinturón hecho de metal púas y cuero amarrado a la  pierna o a la cintura para recordarle a la carne evitar la tentación. 

Se decía que el cuerpo esta en guerra con el alma, pero Hildegard no estaba de acuerdo y “como podría ser así, si Dios nos creo como un todo completo y donde nuestras almas solo pueden expresarse a través de las acciones del cuerpo, cuando el cuerpo y el alma actúan juntos en mutuo acuerdo reciben la mayor recompensa de alegría mutua    

Esta relación alma cuerpo y espíritu también la aplica en la medicina, la visión holística donde Hildegarda afirma que el cuerpo se cura más rápido cuando también se cura el alma.  Son postulados olvidados y desempolvados con las corrientes new age como la bioeneuroemoción, la medicina germana, sostenidas por Joe Dispenza o Enrick Corvera. 

En el monasterio de Rupersber, Hildegard y sus monjas recibían a viajeros donde los atendían con techo comida y servicios hospitalarios, así es, mujeres y monjas conocían mucho de medicina y hiervas.  En esos tiempos las mujeres habían adquirido buen prestigio como curanderas y médicas, su sabiduría no se limitaba únicamente en servir como parteras, sin embargo, en el siglo XIII, se les prohibió la práctica y se les acusaba de brujería si se atrevía a ejercer medicina. 

En Rupersber, la abadesa Hildegarda y las monjas exploraron nuevas maneras de adorar a Dios, a veces usando ropas coloridas, organizando obras de teatro y musicales, usando coronas doradas como novias de cristo, obviamente estas formas no siempre fueron aprobadas por sus superiores.  

Mientras tanto su vasta correspondencia se incrementaba, así como su fama y escribió, libros sobre teología, medicina, cosmología y antropología.  Empezaron sus viajes predicando en catedrales y abadías, algo nunca antes hecho por una mujer.  Siempre hablaba de la justicia de Dios y exhortaba a los lideres de la Iglesia y del Estado eliminen la corrupción y trabajen por la paz y la armonía de toda la creación  

La música para ella, expresaba más claramente el anhelo del alma por Dios, la paz y la armonía de toda la creación, su amor por la música la llevo a componer 78 obras, una de ellas es la banda sonora de la película Mente Brillante, Columba aspexit.  Sin embargo, en el último año de su vida se le prohibió la música como castigo por haber sepultado a un joven en tierras del convento.  El joven fue excomulgado por protestante, por lo que no podía ser sepultado en tierra sagrada, pero el joven se confeso antes de morir y Hildegard oculto todo rastro de su tumba para que no pudieran encontrar el cuerpo y el joven pueda descansar en tierra santificada, pues ella decía “creo más en la justicia de Dios que en la justicia del hombre” el obispo no estuvo de acuerdo con ella por lo que se le prohibió cantar y recibir comunión.  Después de ocho meses ella, escribió una carta sobre la teología de la música recordándole al obispo que aquellos que silencian la música de Dios en la tierra no participaran de la canciones de los ángeles en el cielo, la prohibición se levantó y Hildegard días después falleció. 

 

LAS VISONES DE HILDEGARD 


En la Figura 2 vemos a Hildegard recibiendo las llamas de inspiración divina la iluminación del espíritu santo, esta es la primera miniatura que aparece en su primer libro el Scivias.  Ella dice que en ese momento comprendió el significado de todos los libros sagrados, aquí vemos el momento de la iluminación con Volmart el monje que la ayudaba a escribir en correcto latín la obra revelada, fíjense que la llama de la iluminación le llega a los ojos y a los oídos pues ve y escucha. 

Se tiene el testimonio de ese momento trascendental en la vida de Hildegard, en una carta que ella escribió a un intelectual parisino donde le pregunta a cerca de su experiencia visionaria. En la carta Hildegard dice “desde mi infancia cuando todavía no tenia ni lo huesos ni los nervios ni la venas robustecidas hasta ahora que tengo mas de 70 años siempre he disfrutado del regalo de la visión en mi alma, en la visión mi espíritu asciende tal como Dios quiere hasta la altura del firmamento y hasta el cambio de aires y se expande en pueblos diversos en regiones y en lugares que son para mi remotos y como veo las cosas de este modo las contemplo según el cambio de las nubes y de otras criaturas, no oigo estas cosas ni con los oídos corporales ni con los pensamientos de mi corazón ni percibo nada por el encuentro de mis cinco sentidos si en mi alma, con los ojos exteriores abiertos de tal modo que nunca he sufrido la ausencia del éxtasis 

 

LA TRINIDAD


Esta es una de las visiones de Hildegard de la trinidad, misma que describe en el Scivias: 

Vi una luz serenísima y en esta una forma de hombre como zafiro ardiendo toda esta en un suavísimo fuego rutilante y aquella luz serena inundaba todo aquel fuego rutilante y aquel fuego rutilante toda aquella luz serena y la serena luz y el fuego rutilante toda la forma del hombre de tal modo que era una única luz en una única fuerza.   

El padre es la luz, el personaje en azul es el hijo, y el espíritu santo es la luz naranja.  La parte superior de la cabeza esta abierta para el contacto con los espíritus. Visión trinitaria de tres colores que también aparece al final del paraíso de Dante 

 

EL COSMOS 

 

Aquí tenemos dos visiones del cosmos, a la derecha descrita en el Scivias y a la izquierda en el Liber Divinorum Opeum. 

Hildegarda en sus libros describe la visión primero y luego expone el sentido alegórico de los elementos que la componen, por ejemplo, en el Scivias dice “Vi un gran instrumento redondo y umbroso semejante a un huevo, estrecho por arriba ancho por el centro y ceñido en la parte inferior”., en el gráfico el instrumento redondo es Dios, la forma ovalada es la devoción del pueblo fiel, el sol es el espíritu santo, etc. 

Pero, creo que detrás de su explicación alegórica ella esconde en el grafico lo que realmente quería transmitir en esa mandorla, en ese huevo cósmico, con forma de visca pisis que es la intersección de lo terrenal y lo espiritual.  Tal vez quería ella mostrar que nuestro cosmos reside al mismo tiempo el espiritual y la materia, así como el hombre que es espíritu y cuerpo.  El universo tiene forma de vulva, la madre cósmica, el nido de la creación. 

En el gráfico de la derecha se ve al mundo como el cuerpo de Dios, entonces la segunda persona de la trinidad es el mundo entero.  Ese mundo donde el ser humano está irremediablemente atado, de hecho, el mito de los viajes espaciales es interesante, pues si destruimos el planeta y nos subimos a una nave espacial para mudarnos y empezar de nuevo en otra parte necesariamente tendríamos que llevar la tierra a cuestas.  Llevaríamos aire pues no podemos vivir sin oxígeno, estamos hechos de buena parte de agua así que tendríamos que tener un buen abastecimiento de este elemento en la nave, tenemos que mantenernos tibios por lo que llevaríamos fuego al espacio y necesitamos comida que viene de la tierra.  Por tanto, la noción de que podamos separarnos completamente e de la tierra y sus cuatro elementos es imposible, no podemos separarnos del cuerpo de Dios. 

Este fue un intento por acercarnos a la vida de nuestra hermana mayor y demostrar el impacto de las mujeres en el Temple. 

Hecho esta. 

 

 

H+ Ginamaria García Garces 

Coordinadora Capitular

ENCOMIENDA MARÍA MAGDALENA







No hay comentarios:

Publicar un comentario