PRÓLOGO DE SAN JUAN

Breve trazado sobre el Prólogo de San Juan, primero de los libros de su evangelio, y libro iniciático-esotérico por excelencia.



MIS HERMANOS, MIS HERMANAS, 
¡LA PALABRA!
EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO 
Y EL VERBO ERA DIOS
DIOS ERA EL VERBO Y ÉSTE ESTABA EN DIOS.
TODAS LAS COSAS POR ÉL Y EN ÉL HAN SIDO HECHAS;
FUERA DE ÉL NADA HA SIDO HECHO.
LO QUE HA SIDO HECHO EN ÉL ERA VIDA, 
Y LA VIDA ERA LA LUZ DE LOS HOMBRES 
Y LA LUZ EN LAS TINIEBLAS BRILLA 
Y LAS TINIEBLAS NO LA HAN ACOGIDO.
VINO UN HOMBRE ENVIADO DE CERCA DE DIOS, SU NOMBRE ERA IOHANNAN.
VINO PARA EL TESTIMONIO, 
PARA DAR TESTIMONIO DE LA LUZ A FIN DE QUE TODOS HALLASEN LA FE POR ELLA.
ÉL NO ERA LA LUZ, SINO QUE VINO PARA DAR TESTIMONIO DE LA LUZ VERDADERA QUE 
ILUMINA A TODO HOMBRE QUE VIENE AL MUNDO.
EN EL MUNDO ESTABA Y EN ÉL Y POR ÉL FUE HECHO EL MUNDO 
Y EL MUNDO NO LE CONOCIÓ. 
VINO A SU CASA Y LOS SUYOS NO LE RECIBIERON.
A TODOS LOS QUE LE RECIBIERON LES DIO PODER DE LLEGAR A SER HIJOS DE DIOS,
LOS QUE CREEN EN SU NOMBRE,
QUIÉNES NI DE LA MEZCLA DE LAS SANGRES 
NI DEL DESEO DE LA CARNE 
NI DEL QUERER DEL HOMBRE,
SINO DE DIOS HAN NACIDO
Y EL VERBO SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS Y HEMOS CONTEMPLADO SU GLORIA, 
GLORIA COMO LA DEL UNIGÉNITO RECIBIÉNDOLA DEL PADRE LLENO 
DE GRACIA Y DE VERDAD. 
IOHANNAN DA TESTIMONIO Y CLAMABA DICIENDO:
“HE AQUÍ DE QUIÉN DECÍA: 
EL QUE DESPUÉS DE MÍ LLEGA,
ANTES DE MÍ HA VENIDO PORQUE ERA ANTES QUE YO”.
DE SU PLENITUD TODOS HEMOS RECIBIDO GRACIA SOBRE GRACIA,
PORQUE SI LA LEY FUE DADA POR MOISÉS, 
LA GRACIA Y LA VERDAD VINIERON POR JESÚS EL CRISTO.
A DIOS NADIE LE HA VISTO JAMÁS. 
EL ÚNICO UNIGÉNITO,
CUYO SER ESTÁ EN EL SENO DEL PADRE, 
ÉSE NOS LO HA HECHO CONOCER.


DESARROLLO

Dentro de la Teología, la palabra “VERBO” es la traducción del Verbum, que es el Logos o la  Palabra, siendo este LOGOS nada menos que el mismo Hijo de Dios.
Sin embargo, la misma Teología aclara que, este Logos es la segunda persona de la trinidad, si  ésta es Padre-Hijo-Espíritu Santo, personalmente me atrevería a realizar una corrección de rigor:  dejando a esta trinidad en Padre-Madre-Hijo.

Si consideramos a Jesús como el hijo de esta manifestación, paralelamente que los Templarios lo consideramos nuestro Capitán, incluso en el sentido militar, decimos que Jesús es el Verbo de Dios.
Así, el aspecto Femenino, es decir la Madre, se convierte en el Espíritu Santo de la Trinidad  Católica que la relegó de la fórmula; y esto lo aclaramos de mejor manera cuando vemos que el PLEROMA pone sus manifestaciones en movimiento, siendo así, el Espíritu Santo pasa a la acción, a convertirse en el SANTO ESPÍRITU.

Este es el ESPÍRITU DE TODO PODER de la Magia Egipcia, y si Jesús es el Verbo de Dios, este  verbo es entonces la personificación y encarnación del Cristos Sol, el Cristo Solar, que cumple su  designio como el KRYSTOS VICTOR.
Si hacemos una correspondencia científica, se dirá también que, este Verbo es la fuerza en  movimiento de las vibraciones del Universo, a través de una fuerza inteligible que la direcciona y convierte en Creadora. Con esto, este Verbo divino no es más que el VERBO CREADOR, fuente de toda creación a nivel vibracional: Colores, Sonidos, Materia; etc. 
O, cómo ya promulgó la antigua Gnosis: Calor, Color, Luz y Sonido.
Que es, a la vez, la más pura manifestación del Amor Universal, y si es así, es la máxima expresión de la Madre, la Matriz de toda energía y fuerza. 

Esto nos recuerda mucho, también, a la Menorah judía, pues en hebreo: “La palabra Meditada; o el Discurso”, es precisamente Ha Menra o Memrah. 
¿Será, acaso, que “La Palabra” (Ha Davar) está simbolizada arquetípicamente en la Menorah? No es coincidencia que la palabra Logos (en griego) y Verbum (en latín) casi siempre son la  traducción de la palabra hebrea Memra.

In principio erat Verbum et Verbum erat apud Deum et Deus erat Verbum. 
(Vulgata Latina).

También se menciona mucho la Palabra Hecho, de hacer, de CREAR. Toda creación, al no ser eterna, pues es hecha de algo, tiene su finitud. Pero dejando de lado los aspectos teologales y filosóficos, deseamos plantear un asunto desde el  Corazón, y exclamar que el texto en sí es una confirmación de que no todos los seres humanos vienen provistos de espíritus, si acaso de almas. Porque les da el poder de ser llamados hijos de Dios a todos los que le reciben y creen en su nombre. Esto explica de amplia manera el porqué de la diferencia entre la humanidad, el por qué a la pregunta de que, si Dios existe, entonces por qué la presencia del mal. Esto no es más que, aquellos que no lo reciben y no creen en su nombre carecen de esa llama que el Verbo Creador otorga universalmente para ser usada en función de ese crecimiento personal, y que aporta a un crecimiento universal, no solo del ser humano como tal, sino de toda criatura que bebe de esa fuente, del Verbo Creador.

El amor Universal está dando la oportunidad de nutrirse de ese fuego divino, no todos lo desean, no todos lo tienen, pero a la vez, son unos pocos los que han tenido el privilegio de portarlo, incluso, desde antes de su nacimiento físico. Y esto nos lleva a comprobar en el razonamiento del corazón, que, el nivel intelectual no tiene nada que ver con el hecho de ser portador de esta llama interna, y ni siquiera la especie humana "Per-Sé" lo garantiza, lo que convierte en tenebrosa: la posibilidad en el mundo de las probabilidades, de almas perdidas que deben ser digeridas para la segunda resurrección. 
Esto se evidencia mucho en la cosmovisión hindú, los brahamanes hablan del Samsara, la rueda sin fin, de los ciclos evolutivos-involutivos que tras encarnación en encarnación siguen en la misma rueda.
Sin ir muy lejos, las nueve esferas dantescas así lo grafican, el crujir de dientes de aquellas almas que por la densidad de su esencia no evidencian otra cosa que el camino a la disolución anímica cuales gotas de regreso al basto mar y, su definitiva fusión sin otra opción más, para evolucionar y ser una llama que aporte a la vida y a la creación de manera definitivamente trascendente.

Pero, por otro lado tenemos a los que: "SINO DE DIOS HAN NACIDO"; entonces, se abre la esperanza a que, en realidad no estamos solos, nunca lo hemos estado, el Verbo Creador nos hizo esa promesa, y actúa siempre de las maneras más misteriosas, sí, pero se manifiesta de alguna manera, de algún modo nos hace notar, pero sobre todo, sentir, que siempre ha estado con nosotros, en nosotros.
Esta promesa nos hace sentir diferentes, pues de alguna manera, sin creernos más ni superiores, nos revela que somos privilegiados por alguna condición especial que nos hace verdaderamente unos elegidos, pero esta condición de elegidos no es gratis, ni un privilegio como tal, se convierte en la más grande de las responsabilidades espirituales que tenemos como Templarios, porque como bien reza uno de los textos que nos fue compartido: “La selección Espiritual es más terrible que la Natural”.

Somos esa luz que brilla en las tinieblas, nadie dijo que sería fácil, pero al momento que aceptamos ser portadores de esta Luz, la vida misma se convierte en un muro casi infranqueable de dificultades que solo el caminante comprometido puede identificarlo y entenderlo. Pues el mundo mismo perece en esas tinieblas que no quiere la Luz.
Reconocerse hijo del Verbo Creador, es aceptar el reto de la Milicia Celeste con todas sus  implicaciones y retos. Pues, es el llamado de nuestra propia Madre, la Santa Señora Madre de los Universos, el que nos pone en Pie y a la Orden en sus filas en un plan preconcebido y que incluso se gesta en zonas atemporales y espaciales donde nuestras almas son conducidas por sus espíritus de fuego para la preparación en esta experiencia en la encarnación. Así también es por el Orden de Melquisedeq que existe la promesa de que los hijos de la luz, los hijos del Sol, los Templarios, vayamos por delante toda vez que nos reconocemos parte de esa milicia del Temple Celeste, bajo la guía y comandancia de aquel que vino enviado de Epólitas para conseguir elevar la frecuencia vibratoria de este planeta gracias a la elevación espiritual de toda una humanidad que debía, y debió haber dado el salto de fe hace mucho tiempo, pero en la experiencia con el Cristo, las tinieblas no reconocieron su luz.
Y si, desde la época de Teófilo de Alejandría, ya se reconocía que toda creación era producto del  Verbo, entonces ahora nos corresponde confirmarlo en la Acción, porque palabra y acción deben ser una misma. Si recurro a los principios mágicos, recordemos al ABRACADABRA; cuya fórmula no es más que la potenciación de la PALABRA:

HEBREO: 
Abreq Ad Abra; Envía tu rayo hasta la muerte (EL Rayo es la fuerza de la Palabra).

CALDEO: 
Abbada Ke Dabra
Perezca como la Palabra.

ARAMEO: 
Avra Kedhavra
Crearé lo que Digo (Lo que Hablo se hace materia y es fuerza).

En definitiva, mis hermanos y mis hermanas, miremos bien lo que decimos, lo que hablamos, lo que pronunciamos; direccionemos esa fuerza hacia las intenciones en nuestros rituales, regalemos vida a través de la palabra, así y solo así, estaremos imitando al Verbo Creador. Porque su Palabra, se revela a toda la creación, desde los Arcángeles, Ángeles, Poderes, Potestades; etc.

Hecho Está

Fr+ Sir Galahad +++
GRAN MAESTRE

GRAN ENCOMIENDA C+ ANDES
PRIORATO GENERAL O+ G+ I+ A+


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